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Desde Huasco por el sur hasta el popular Parque Nacional Pan de Azúcar por el norte, la Región de Atacama ostenta algunas de las mejores playas de Chile continental. Solitarias y otras no tanto, aquí hay una guía de norte a sur con las paradas imperdibles del casi siempre soleado litoral atacameño.
Parque Nacional Pan de Azúca 30 kilómetros al norte de Chañaral, el parque custodiado por Canal y cuenta con tres estupendas playas de aguas turquesa y arena blanca Piqueros, Soldado y Playa Blanca. Además, se trata de un gran sitio para ir en familia, pues se puede apreciar fácilmente la flora y fauna nativa de la zona, en la que destacan cactus, zorros y guanacos. Mejor aún si en la caleta contacta a un pescador para ir a pasear a la isla Pan de Azúcar, donde vive una gran cantidad y variedad de aves, además de Juguetones lobos marinos.
Caldera menos glamorosa que su vecina Bahía Inglesa, Caldera vive a su propio ritmo, apacible y con menos turistas. De todos modos, ofrece una interesante oferta hotelera, gastronómica y. sobre todo, cultural. Rodeado de miles de fósiles, en su antigua estación de trenes -la primera del país- funciona el Museo Paleontológico de Caldera. Muy cerca de ahí, en el Paseo Gana, está el sorprendente Museo Casa Tornini, una construcción de comienzos del siglo pasado que hoy funciona como café, tienda y centro cultural: imperdible para conocer la historia de la región.
Bahia Inglesa por su fotogénica playa "Las Piscinas", Bahia Inglesa es el balneario más famoso de la región. La vida aquí gira en torno a la concurrida avenida El Morro, donde además de puestos con artesanías que se instalan los fines de semana, hay un par de excelentes ofertas gastronómicas. Una de ellas, sin duda la mejor, es El Plateao (Avda. El Morro 753), donde ofrecen una singular mezcla de sabores orientales y peruanos con ingredientes de la zona. Imperdible para quienes se precien de sibaritas. Inexplicablemente poco conocido, el Parque Nacional Llanos de Challe cuenta con playas y paisajes tan lindos como los de Pan de Azúcar, pero, insistimos, inexplicablemente muy pocas personas han escuchado hablar de él.
Puerto Viejo la primera toma que se convirtió en balneario en Chile hoy es un apacible pueblo en invierno, con buenas playas y restoranes. A la hora de comer pescados frescos, sin duda Oasis es la mejor opción, con congrios y lenguados que hace pocas horas nadaban en el mar Luego, puede o a pasar la tarde a Las ágatas, una hermosa playa rodeada por requeríos. El acceso no es simple, pero pregunte a un local por la mejor huella para ir en auto (no hace falta un 4x4) y disfrutar de sus aguas color verde esmeralda.
Playa La Virgen es, sin competencia, la más linda de este recorrido. Encajonada, tiene un oleaje suave y es perfecta para ir con niños. Durante el verano, es bastante caótica pero en invierno, en cambio, es más tranquila, aunque no funciona el restaurante del Centro Turistico Playa La Virgen. De todos modos, tenga en cuenta que hay varias opciones para dormir casas, dos tipos de cabañas y sitios de camping para todos los bolsillos.
Barranquilla es una versión dos punto cero de Puerto Viejo, Barranquilla que nació como caleta de pescadores se ha transformado en ocupación habitacional de veraneo, sobre todo gracias a su fotogénica playa de agua turquesa. Con servicios como retén de carabineros y almacenes, lo mejor es que aquí funciona el entrañable El Werner, un recomendable restorán de pescados y mariscos extraídos del mar en la mañana por su propio dueño. Pregunte por los pescados de roca y disfrute su almuerzo con una de las mejores vistas del litoral atacameño.
Totoral no es una playa ni caleta, pero bien vale la pena desviarse 30 minutos de la ruta costera para conocer este bucólico poblado fundado en 1634, donde aún se respira un aire de otros tiempos. Tranquilo, en Totoral viven menos de 100 personas, la mayoría de ellos ancianos y niños pequeños que van a la escuela básica de la localidad. El resto? Trabajando en Copiapó o en faenas mineras. El pueblo, famoso por sus árboles frutales y hortalizas, como tomates y habas, cuenta con una hermosa iglesia, un camping que funciona en verano y un restorán que, con suerte, abre los fines de semana.
Llanos de Challe inexplicablemente poco conocido, el Parque Nacional Llanos de Challe cuenta con playas y paisajes tan lindos como los de Pan de Azúcar, pero, insistimos, inexplicablemente muy pocas personas han escuchado hablar de él. 45 minutos al norte de Huasco, se trata de una playa kilométrica de arena blanca como el talco y un oleaje suave. Con un camping manejado por Conaf, hacia el cerro hay un entretenido sendero de observación de flora y fauna, con una especie de flor única llamada "garra de león" que crece en años lluviosos. Ojo que si se presenta el fenómeno del desierto florido, éste es uno de los mejores sitios para apreciarlo.
Huasco a 40 kilómetros de la ruta 5 Norte. Justo a La altura de Vallenar. Huasco no destaca por sus playas. Pero si por un montón de historias y vida de puerto, con una movida caleta de pescadores incluida, con Pescados y mariscos a excelentes precios Muy cerca de ahí encontrara M bien cuidada costanera y más allá las playas Chica. Grande y el fotogénico faro. Más que mar, en Huasco vale la pena conocer sus olivos, donde se producen algunos de los mejores aceites de oliva de Chile. En el sector de Huasco Bajo ubique la parcela Valle de los Olivos, donde aprenderá sobre los tipos de aceitunas y el centenario proceso de fabricación del aceite.