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Un día, observando plantas en un bosque de Chiloé, se me acercó un pequeño pájaro de pecho anaranjado. Estaba buscando gusanos para comer. Era un chucao! Decidí investigar sobre esta hermosa ave.
Soy Mary Willson y vivo en Alaska, pero estuve mucho tiempo, más de 15 años, estudiando aves en Chile.
Les cuento que los chucaos pertenecen a una familia de aves que se conocen como tapaculos, quizás porque tienen su cola hacia arriba. Su característica distintiva y más fácil de observar es el pecho anaranjado. Son muy curiosos; por eso cantan y se acercan cuando alguien camina por su territorio. Pero, dónde viven?, cuándo hacen sus nidos?, cuántos huevos ponen?
Descubrí que buscar nidos no es fácil. Están escondidos en cavidades de árboles, troncos de árboles muertos que han quedado en pie, troncos caídos y algunas veces en el suelo. Además, los chucaos, gracias a sus grandes patas, pueden correr muy rápido por el bosque y saltar con agilidad entre las ramas de la quila.
Cuando un ave lleva comida o ramitas en el pico, es posible saber más o menos el área en que se encuentra el nido. A veces los nidos se encuentran a demasiada altura como para alcanzarlos, incluso con una escalera. Otros tienen túneles de entrada tan largos, que para contar huevos o polluelos se necesita un visor de fibra óptica. En total, durante mi investigación pude observar 265 nidos
En primavera los chucaos ponen entre 2 y 3 huevos blancos y redondos. Ambos padres incuban los huevos, turnándose. Cuando le toca incubar al macho, las hembras emiten un llamado característico, indicando que es hora de un reemplazo.
Los polluelos salen del cascarón a los 23 días y permanecen en el nido por 3 semanas, ya que necesitan abrigo, alimentación y los cuidados de sus padres hasta tener plumas como los adultos. Pero al dejar el nido no se marchan en seguida, durante las siguientes dos semanas se esconden en la espesura, esperando que los padres les lleven comida.
Los chucaos casi no vuelan, por lo que no pueden atravesar pampas y praderas para encontrar hogar o pareja. Tampoco comparten un sitio porque son muy territoriales y defienden ferozmente la porción de bosque que consideran su casa
Cuando un macho se acerca al territorio de otro, ambos se pavonean, se gritan, se persiguen de un lado a otro y se observan fijamente con las plumas del cuello erizadas.
Cada familia de chucaos necesita alrededor de una hectárea para poder vivir (aproximadamente media cancha de fútbol). Para que sus hijos puedan formar sus propias familias y no quedarse solteros también necesitan su territorio, por lo que siempre debe haber más bosque en las cercanías, o al menos un pasadizo de árboles entre los campos, como un puente entre un bosque y otro.
Es importante cuidar los bosques del sur de Chile, ya que los chucaos no pueden vivir en otra parte. Así, siempre escucharemos el canto de esta hermosa ave que se esconde en la espesura.
Mary Willson y Javiera Díaz, 2013
Editorial Amanuta Limitada
Santiago, Chile www.amanuta.cl
Existen varios mitos sobre el chucao, ave nativa típica del sur de Chile. Para algunos oír su canto es un anuncio de buena suerte. Para otros, el oírlo a la derecha es un buen augurio, mientras que oírlo a la izquierda es una mala señal Es muy difícil verlo, ya que es un pájaro que vive en el sotobosque y se mueve rápidamente. Te dejamos un video para que escuches el canto del Chucao.